La contaminación reduce la eficacia, el aire que respiramos está contaminado por el vapor de agua y las partículas suspendidas en el aire.
Durante el proceso de compresión, el compresor de aire concentra los contaminantes y, en función del diseño y la antigüedad del aparato, incluso puede aumentar el grado de contaminación agregando partículas de aceite. Por regla general, los compresores de aire modernos incorporan posrefrigeradores que reducen la temperatura de descarga del aire comprimido y, con la ayuda de separadores de agua, eliminan la mayor parte del agua líquida.
Este proceso es suficiente para algunas aplicaciones pero, si no se elimina la suciedad y la humedad restantes que permanecen suspendidas en forma de aerosol, éstas dañarán
el sistema de aire comprimido y deteriorarán el producto.